Vinicius Mond: El señor Tigre Woods siempre me ha parecido bastante apestoso. Un tipo de éxito, multiétnico, globalizado, de aspecto cándido y pusilánime pero altivo, un jugador de golf, un modelo para muchos, una máquina de hacer pasta para otros... No es la clase de sujeto que elegiría como amigo o como compañero de tertulia.
El año pasado descubrimos el pastel, es decir, su pervertida humanidad y, desde entonces, hemos asistido a un espantoso proceso público: el mundo contra el Tigre.
Primero vimos cómo se escandalizaban la sociedad hipócrita y los ventajistas medios que lo habían encumbrado al ver que el anodino ídolo tenía un montón de mierda guardada en el cajón. Fue linchado por ello. Después, el señor Tigre debió estar de retiro espiritual y ahora ha vuelto, contrito, para dar explicaciones, pedir disculpas y volver a lo suyo, es decir, a ser un patético estereotipo de deportista de élite con los bolsillos llenos. La sociedad, los medios y las empresas que le pagan por tenerle como imagen están encantados, el hijo pródigo ha vuelto, es humano, y merece una segunda oportunidad.
No es ninguna novedad que este mundo nuestro da bastante asco, el caso Tigre Woods es sintomático.
Cuando salieron a la luz sus escarceos "amorosos" pensé que el señor Tigre podía mejorar la penosa imagen que tenía de él formada, pensé incluso en invitarle al Limbo Revolucionario para hacerle una entrevista.
Pletórico de imaginación, creí que Tigre Woods podría enfrentarse a su necesidad de fama y de poder mediático y escupir a todos los que le habían ayudado a forrarse hasta ser la envidia del Tío Gilito. Podría haber dicho “qué os jodan capullos, ya no os necesito, tengo pasta para vivir varias vidas y me voy a dedicar a seguir yendo de putas, a pagar mis numerosos vicios, que adoro y a los que no pienso renunciar, no haré deporte nunca más en la vida, fumaré y comeré alimentos hipercalóricos”.
O podría haberse dado cuenta de lo vacía que estaba su vida y haber donado sus dineros a los pobres para ponerse a trabajar en una cadena de montaje para ver cómo se vive fuera de palacio, quizá entonces se hubiera vuelto alcohólico y hubiera muerto calvo, purulento y con cirrosis.
Pero no, prefería el numerito del hijo pródigo y todos estábamos ávidos de ello, aplaudámoslo, que las multinacionales sigan ingresando cifras obscenas en su cuenta, que los niños sigan teniéndolo como modelo, y que él vea saciadas sus ansias ególatras. Quizá pronto lo canonicen y vendan muñecos con su jeto, me parecería fantástico, entonces podríamos quemarlos.
No me sale de mis ilustres huevos poner un vídeo de Tigre Woods, pensé en colgar uno de los Tigres del Norte, pero finalmente me he decantado por otro felino, quizá pariente suyo, o quizá pariente de nuestro homónimo Presidente del Gobierno:
Hace 9 meses
7 comentarios:
es como don juan tenorio, que justo antes de morir se arrepiente, redimiéndose, congratulándose con dios, después de la pendeja vida que había llevado... como diría chiquito: cobarrrde! qué grande el puma, ya no quedan artistas como los de antes!! :P
que carrera, la del puma,
que porte, el del puma,
que melenón, el del puma
y ese gesto final, tan cómplice....
Joer Vinicius, cada vez que te da por colaborar con el blog nos la lías, ¿qué te ha hecho Tiger Woods? A mí tampoco me mola, pero tanto como para montarte esa teoría y como para querer quemar sus monigotes...
Y encima me clavas una canción del Puma...
Lo que hay que aguantar.
Lobo de Bar, cada vez eres más blando, creo que te estás convirtiendo en un gafapasta o en un bienqueda, en eso que criticabas cuando empezaste hace casi un año con este blog.
Me decepcionas.
Pese a que coincido con las afirmaciones de Vinicius, quiero comentar:
Tras no haber actualizado tu propio blog en eones, de pronto llegas y te inmiscuyes en el del pobre Lobo de Bar (que parecía haber dejado de lado la política) y, a la vez, actualizas el tuyo propio con otro tema. ¿Te has metido speed?
Sr. Chinaski
Que no haya escrito en los blogs no quiere decir que haya estado inactivo. Conspirar en la sombra es una actividad que requiere atención absoluta.
Por otra parte, que Lobo de Bar no se digne a refutar mis críticas me da la razón.
No voy a entrar en ese juego Vinicius, demostraré que no he cambiado con mis actos, no con declaraciones presuntuosas.
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