jueves, 28 de abril de 2011

Crítica de Bar: El teatro de las ánimas

Hablaremos hoy de este peculiar templo, sito en la curvilínea calle Doctor Juan José Rivas (me acabo de enterar de su nombre), entre San Juan de la Cruz y Mariano Barbasán.

Lo primero que hay que decir es que se agradece su peculiaridad en una urbe mundialmente famosa por su alcoholismo pero que está viendo cómo últimamente desaparecen sus garitos mas míticos al tiempo que proliferan los bares idénticos de pachanga para descerebrados y las algo más sofisticadas pero casi siempre impersonales cervecerías irlandesas.

Nada más entrar se aprecia que el bar tiene carácter y no sólo un nombre excelente. El local es bastante amplio y tiene dos barras, una a la derecha de la entrada, en un entorno de aire morisco, con azulejos, arcos y cortinas. La otra frente a un grupo de mesas de madera donde paliquear. Al fondo, hay un billar y una diana por si alguien quiere demostrar que es un negado. La decoración tiene un encanto gótico: el suelo ajedrezado, las columnas, los cuadros sombríos, algunos muebles vetustos, las velas y otros cachivaches oníricos...

Es un bar de ambiente tranquilo, para ir a tomar una copa, a charlar o a escuchar buena música porque el dueño, el tipo con las patillas-perilla más trabajadas de la ciudad, tiene el buen gusto de poner, por ejemplo, a Nick Cave, pero sin cortarse de pinchar cosas algo más modernetas, y siempre con criterio. De vez en cuando hay conciertos, en petit comité, ya comentamos uno de ellos.

La clientela va de algún universitario con buen gusto a viejas glorias, sin agobios. A veces casi se echa de menos algo más de movimiento, sobre todo si es sábado y suena algo animado, quizá sea ésta la única pega que se le puede poner al bar, aunque también es posible que de llenarse perdiera parte de su gracia.

No hay nada que objetar a las consumiciones, hay Ambar (jarra a 2,5€) y las copas van a 5€, unos precios en la parte baja dentro de lo habitual en los garitos de tarde-noche.

El teatro de las ánimas es en mi opinión el bar con más encanto de Zaragoza, creo que San Bukowski estaría cómodo en él y, no me cabe duda de que sería el que eligiera Tim Burton para tomarse una copa de pasar por la bimilenaria ciudad. Le pongo nada más y nada menos que 6 BOBs.


sábado, 23 de abril de 2011

16 de septiembre de 2006. La conversión de Zé Tubarao

... nos esperaba un antropólogo bastante extraño, una especie de Mortadelo mezquino con la voz muy aguda y con ojos penetrantes. Nos iba a guiar a la ceremonia. Fuimos en una fugoneta bus que conducía un gilipollas y a la que fueron llegando guiris detestables sin parar, ya que en vez de recogerlos a todos en un sitio tuvimos que parar uno por uno extendiendo el retraso que ya acumulábamos (muy a la brasilera).

Al llegar a la ceremonia de candomblé temimos que fuera el típico teatrillo-farsa para guiris, nos encontrábamos en un recinto cerrado, bastante anodino. Por suerte, la cosa fue in crescendo.

La música empezó a sonar machaconamente, arrastrando nuestros cerebros hacia un estado propicio para el trance. Unas bailarinas vestidas de blanco daban vueltas, incansables, adorando a los Orishás. Entre los miembros del público empezaron los primeros yuyus: gente a la que le entraban espasmos metafísicos o que incluso se desmayaba.

La atmósfera era cada vez más densa, la música se fue acelerando, salieron nuevos bailarines, entre ellos un hombre-mujer en continuo trance y una vieja con gafas que parecía ser la jefa de la congregación. Ésta agitaba unas falsas maracas. Después nos dieron una dudosa comida, entre judías, pegamento y mocos, digna del inframundo, quizá importada de Manaus.

Los bailarines volvieron a salir, ahora con trajes coloridos, estilo Reyes Magos. El antropólogo nos indicó qué postura adoptar para que la energía llegase a nuestro alma. Unos giros más tarde, empezamos a sentir algo, cada vez más intenso. Sonaban los tambores, estábamos cerca del desvanecimiento. El momento culminante llegó cuando la mujer decrépita de las gafas nos miró intensamente por encima de las mismas y, mediante telepatía nos dijo: "****, nunca más serás ****, tu nombre es ahora Zé Tubarao y adorarás a Exú, Orishá de la bebida, el tabaco y las mujeres". "Lobo de Bar, ya nunca más serás Lobo de Bar ni ***** ni ningún otro nombre farsa, porque yo te bautizo como Zé Piranha y a partir de ahora adorarás a Exú"...

viernes, 15 de abril de 2011

Tierra de campechanos



Una vez condenados los culpables de las aberraciones, vamos a poner alguna foto más maja de Campeche, para no dejar una mala imagen de una ciudad tan guapa.




martes, 12 de abril de 2011

El Tribunal Estético de la Inquisición en Campeche

Circunstancias: Campeche es una bonita urbe de la península de Yucatán declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se caracteriza por la homogeneidad de sus edificaciones coloniales y por su hermoso colorido. También por el sistema de defensa que la protegía de los ataques piratas, consistente en una muralla con baluartes y en dos pequeños fuertes. Se conservan la mayoría de los baluartes y los dos fuertes, de la muralla apenas quedan dos tramos.

Pocas pegas se pueden poner a tan bella ciudad desde el punto de vista estético (desde el punto de vista turístico quizá falten bares en condiciones), probablemente por eso resultan más flagrantes los atentados contra el buen gusto.

Delitos imputados: La construcción de edificios contrarios a la colorida armonía del centro histórico esta penada por este tribunal. El edificio blanco de la izquierda es un ejemplo.

La expansión de la ciudad es bastante fea, como en tantos otros casos, pero lo más lamentable es que en el pasado se decidió ganar metros al mar alejándolo del centro histórico para construir una avenida horrenda con desatinos como éste:

Sentencia: Este Tribunal condena a los constructores de los edificios, a sus propietarios y a los responsables políticos que licitaron la obra a derruirlos a cabezazos. Se investigará si en alguno de los casos hubo destrucción de patrimonio premeditada, de ser así, tras la demolición, se colgará a los culpables de los pies en el fuerte de San Juan en lo Alto, hasta que mueran o hasta que les saquen los cuervos los ojos, lo que suceda antes.

A los responsables de la Avenida Horrenda y de no hacer un Malecón en condiciones a costa de alejar las buenas vistas de las murallas les condenamos a muerte por ahogamiento. Se les lanzará a las profundidades marinas atados a gruesos ejemplares de tratados de urbanismo.

El Tribunal Estético de la Inquisición ha dicho.

sábado, 9 de abril de 2011

Secciones favoritas

Ayer el Profesor Marmordo tuvo otro interesante peregrinar, se enamoró de unas italianas, entre otras cosas, pero no queremos que este blog se vuelva monotemático. Antes de empezar con posts sobre vetustos diarios de viaje y el Tribunal Estético de la Inquisición querríamos saber cuáles son las secciones favoritas de los tan escasos como ilustres lectores de esta conjura. Quizá les hagamos caso y abundemos en esos temas.

Pongo una encuesta a la izquierda, pero también se pueden hacer comentarios.

  • Alcoholismo y devoción a San Bukowski
  • Arengas y diatribas de Vinicius Mond
  • Cine con el Dr. Strangelove
  • Conversaciones tabernarias
  • Crítica de bar
  • Epopeyas erótico-sentimentales
  • Filosofadas varias (llámenlas ensayos)
  • Literatura con el Profesor Marmordo (and friends)
  • Reflexiones absurdas
  • Reportajes gonzo
  • Viajes con el tío Matt (de Bar)

Y para que este post no sea tan coñazo voy a poner una canción en condiciones: