El Sr. Iósif Stalin mandó construir en Moscú ocho rascacielos para conmemorar los VIII siglos de existencia de la urbe. Finalmente se erigieron siete, que son conocidos como las siete hermanas. Son unos edificios bastante curiosos, encajarían perfectamente en Gotham City con su aire gótico y sombrío, siniestro durante la noche. En su tiempo estuvieron entre los más altos de Europa y siguen siendo unas moles imponentes que se ven desde bastantes puntos de la caótica metrópolis. Para algunos serán una aberración, pero también son singulares y valdrían para ambientar un buen relato.
El otro día poníamos unas fotos de la Universidad Estatal de Moscú, quizá el más conocido de estos rascacielos. Desde aquella perspectiva rebuscada parecía una torre de Mordor, las siguientes son unas vistas más habituales.
Este es otro de los edificios, el del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia (casi nada).
Y aquí se ven un par más (uno al fondo), cerca de una de las estaciones de ferrocarril moscovitas, la de Kazán.