viernes, 29 de marzo de 2013

¿Qué haremos?


¿Qué haremos los que defendemos la democracia a pesar de que en este país la ejerza una multitud dudosa y voluble, donde adalides como los opositores a maestros suspenden al responder a cuestiones básicas, si llegamos a un punto en el que el Gobierno se ve deslegitimado por su corrupción o sus formas quizá ilegítimas de financiarse y no existe una alternativa plausible? Pues jamás los populismos facistoides deberían ser considerados como tal y el principal partido de la oposición lleva años sin ofrecer una visión política digna de tal nombre...

Es fácil, es cómodo, culpar a unos partidos políticos que han demostrado una inoperancia preocupante cuando no una connivencia interesada y /o insensata a los poderes económicos y fácticos, pero, ¿qué nos queda más allá?

¿Es UPyD una alternativa?

Desde luego el pataleo no lo es, la indignación, por muy justificada que esté, es una reacción destructiva, pero no una solución a los problemas a los que nos enfrentamos.

¿Hay en este país una mayoría cabal que nos pueda conducir a algo que no sea el caos?