Dr. Strangelove: Lobo de Bar me ha estado censurando en las últimas semanas y no me ha permitido comentar sus aventuras erótico sentimentales, que han seguido resultando propicias para realizar interesantes análisis. Tras sus vivencias de este fin de semana, no me puedo seguir reprimiendo.
Antes de irse a Burgos ya nos advertía en una encuesta de que tenía una comida familiar y que, después de la misma, barajaba distintas posibilidades de actuación para la noche del sábado, básicamente, no salir y dar descanso a su depauperado hígado o salir solo, con primos jóvenes o con una vieja amiga. Después de la comida en la que, como era previsible, se tajó gracias a una generosa ingesta de esencias de la Ribera del Duero, trágico (y no sé muy bien si de forma sincera o como mera pose), optó por la opción más dramática: internarse en un convento de clausura.
Ya de noche, espiado por una luna casi llena que se asomaba entre jirones de nubes, llegó hasta un monasterio y, estaba acercando su mano a la aldaba para llamar a la puerta pertubando la quietud del convento cuando, al pensar en los serios inconvenientes que ofrece la vida monástica recordó una famosa frase del erudito San Agustín: "Dios mío hazme casto, pero todavía no", y suscribió sus palabras.
Volvió sobre sus pasos y tomó la decisión a la que está más acostumbrado en momentos de extrema dificultad: salir solo. La primera parada no fue un bar cualquiera, fue el Lugosi, donde ya se había dado a conocer junto a otro goliardo de pro meses atrás. La cosa no comenzó mal, sus hazañas etílicas eran recordadas y merecieron la invitación a un chupito por parte del singular dueño del local, extraña mezcla entre Benicio del Toro y un hobbit. Luego conoció a una muchacha interesante que planeaba asistir a un concierto de Los chichos. Como no fue invitado a acompañarla, temiendo quizá que tuviera una pareja poco liberal, Lobo de Bar decidió irse a las Llanas, la principal zona de marcha de la urbe.
Allí hizo alarde de un exquisito dominio del complejo arte de salir solo. Supo seleccionar los bares adecuados y también aguantar estoico (y haciéndose el interesante) en los momentos de mayor soledad, pero se enfrentó en desigual lucha a los prejuicios que buena parte de la población tiene cuando aparece un goliardo solitario en un bar. Hubo mujereres que le miraron lujuriosamente en un primer momento para después mostrar la mayor indiferencia a la hora de conocer a un tipo de tan atractiva pero también amenazadora presencia.
Derrotado por los elementos, decidió volver al Lugosi, e hizo bien. Como Lobo de Bar es un prometedor proyecto de leyenda de la farra zaragozana fue recibido con algazara y efusividad por dos reconocidos mitos de la jarana burgalesa (tres si contamos al dueño del afamado local), nacidos como él bajo el signo del fuego. Tras una buena conversación y bastantes tragos acabó el sábado con dignidad, y batiendo en hora de llegada a sus jóvenes e inexpertos primos.
Pero no pierdan atención, pues los actos más controvertidos de Lobo de Bar llegaron, inesperadamente, el domingo. Se proponía, como había hecho en el viaje de ida, avanzar con el excelente libro que está leyendo en el autobús, pero se encontró al llegar a su asiento con que se sentaba a su lado una mujer con amplio escote y voluminosos (y, al menos en apariencia, turgentes) pechos con la que ya había intercambiado alguna mirada en la estación. Todo apuntaba a que se iba a distraer sobremanera en su lectura pero, en el último instante, el oportuno conductor cambió a la llamativa mujer a otro autobús que iba directamente a su destino.
Erróneamente creyó Lobo de Bar que podría concentrarse entonces en su libro ya que, en la primera parada del trayecto, todavía en Burgos capital, subió al autobús una fémina de notable hermosura y, como no quedaban muchos sitios libres, se sentó junto al sufrido héroe.
Lobo de Bar, ascético, mantuvo la mirada en el libro y pareció seguir leyendo. Sin embargo, sufriendo una continua desconcentración, terminó por elevar su vista hacia la ventana y, mientras miraba el amarillento páramo castellano, quizá desafortunadamente, comenzó a pensar. Pertinaz aficionado a montarse películas y, no sé si de forma conveniente, seguidor de la máxima que dice "prefiero arrepentirme de lo que hago que de lo que no hago", ideó un extravagante plan. Primero regresó al libro y, al cabo de un rato, cogió el papel donde anota las palabras que no comprende para luego buscarlas en la RAE y utilizarlas rimbombantemente en esta bitácora, y comenzó a escribir algo que su vecina de asiento miraba de reojo con curiosidad. Aún dudo un instante Lobo de Bar, pero justificándose con la anterior máxima y con no se qué excusas de estudio sociológico (supongo que con la intención de analizar las reacciones a su extraño comportamiento), se terminó decidiendo y le mostró a la sorprendida fémina la siguiente nota:
No tengo muy claro si debo alabar este temerario acto de Lobo de Bar por su audacia o criticarlo duramente y sin compasión porque también tiene algo de lamentable. Por eso, prefiero pedir la opinión a los ilustres lectores y, sobre todo, a las eximias lectoras (y consejeras sentimentales) de esta bitácora. Ilústrennos por favor, ¿qué hubieran hecho de vivir en sus carnes tan azarosa situación?
El caso es que la fémina se rió y la cosa no pasó a mayores, al rato llegó a su destino y bajó del autobús. Un par de paradas más adelante se sentó junto al meditabundo goliardo un hindú que no le pareció en absoluto atractivo y, después, un tipo que quizá sí lo fuera para el gusto femenino y homosexual. Probablemente era Satán, que extendía su brazo hacia el penitente héroe para tentarle con un cambio de orientación sexual que le liberase de una vez para siempre de sus tragicómicas epopeyas erótico-sentimentales. No lo consiguió.
Lobo de Bar: ...
Dr. Strangelove: ¿No sabes qué decir Lobo de Bar?
Lobo de Bar (encogiéndose de hombros con aire enigmático): ...
Hace 9 meses
30 comentarios:
Ya ha acabado una semana de salir todos los días, de beber (unas 120 cervezas a lo largo de la semana e incontables copas de bourbon). Las neuronas están de vuelta a casa, pero aun no han llegado así que no diré nada original ni inteligente en este comentario.
Sin embargo quiero remarcar la grandeza de El Lugosi. Bar de pintoresco barman (hombre bar... esto si que es un superhéroe) y cuirosos clientes (incluido nuestro Lobo). Y, ante todo, muy impresionables (todos ellos) con el aguante y la farra de los goliardos zaragozanos.
Coco Desintoxicándose (ni de coña)
jajajajajajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajajajajajaja
lo siento, me parece, jajajajajajajajajajaja adorable jajajajajajajajajajaja
¿que habría hecho yo? no se, imagino que depende del escritor de la nota y de mi humor variable. Si supongo que es alguien como tu, lo mismo que ella: reirme y como dudo mucho que una situación asi se me presente alguna vez, la habria agradecido, quizas me hubiese puesto tiernita (uichhhh, es que soy una enamorada del amor...)
jajajajajajajajajaja
jajajajajajajajajajajaja, adorable
¿prometedor proyecto de leyenda?
Paquete!!!!
Todavía estoy sobrecogido con el post. Sólo encuentro una palabra para definir mi reacción: Maravilloso!!
Cuando todavía era un prometedor proyecto de cantante casposo, que debía utilizar el transporte público para desplazarme de pueblo en pueblo donde daba mis conciertos, jamás se me ocurrió una manera tan barroca de lanzarme al vacío. Y eso que también soy de los que se montan películas (que luego se traducen en sentimentales canciones del verano).
En serio: no descartes un dúo con Chenoa sobre esta historia para el verano que viene, Maestro.
Importante: reunión goliardesca esta tarde en "El bar" para tratar el tema de que Carlos Baute se esté tratando de infiltrar en nuestra conjura.
Jajaja!!! Pero si ya estoy instalado en vuestros cerebros! Más concretamente en la zona del subconsciente, esa que os incita a tatarear mis hits contra vuestra voluntad y no las aburridas canciones de Leonard Cohen.
Fdo: Carlos baute emborrachado de poder mental.
Yo me apunto a "El Bar" pero estuve ayer y estaba cerrado, se ve que no abre en horario fijo. Si sabéis si va a abrir, avisadme que me paso.
Coco BarMan
Carlos Baute, por qué siempre sales con la misma cara (de estreñido) en todas las fotos? además, sospecho, como usuaria de cierto nivel de photoshop, que solo hicieron una foto de tu jeta y el resto son los cuerpos de otros enseres....Si sigues con ese gesto, las patas de gallo seran inminentes.
Fótografo de la campaña: joer Carlos, gírate un poco y te sacamos de perfil.
Carlos Baute: paso, que se me ve mucha quijada.
pd: yo todavía no se si soy considerada goliarda o no...me mantendré en un segundo discreto plano.
Joer, se me ha acumulado el trabajo...
Coco, en el Lugosi los mitos jaraneros locales me dieron recuerdos para tí, ya les expliqué que estabas haciendo méritos para convertirte en uno de sus homólogos zaragozanos.
Elena, me alegro de que te parezca adorable el gesto comentado, aunque temo que sea una opinión minoritaria :p
Ze Tubarão, dado tu carácter radical esperaba una censura mucho más severa de mis actos... quizá tú también guardes algún oscuro secreto...
Carlos Baute, pensaba que a tí te ocurría lo contrario, que las grupis de dudoso gusto te lanzaban tangas donde habían escrito "quiero un hijo tuyo" para luego acosarte en la salida de los camerinos. Por otro lado, lamento comunicarte que no sabría decir (y menos cantar) ninguna canción tuya, tu poder mental no tiene efecto alguno sobre el cerebro de los goliardos, ¿no ves que el alcohol nos inmuniza?
Respecto a lo de quedar en "el Bar", estoy de acuerdo. Quizá Coco lo encontró cerrado porque necesitaba un guía espiritual que le introdujese en tan asombroso mundo bukowskiano. Hoy os acompañaré en ese ineludible viaje iniciático.
Fotógrafo de la campaña: de todas formas, tienes que saber que te saque como te saque te van a acabar detestando, nunca podrás soportar la comparación con la chavalica que había en la campaña de primavera.
Carlos Baute: estoy acostumbrado a esas cosas... cuando empecé a hacer como que canto me comparaban con Ricky Martin, Chayanne, etc, y salí bien parado.
Fotógrafo (levantando una ceja): ¿tú crees?
Carlos Baute: ¿no o qué?
Fotógrafo: no sé, de mierda a mierda y media...
Noticias de Antena 3: última hora, un hombre es gravemente herido en Madrid por un rayo de sol reflejado en la sonrisa de Carlos Baute del cartel publicitario de unos conocidos grandes almacenes. La víctima sufre quemaduras de segundo y tercer grado y es muy probable que pierda la vista de por vida.
Fotógrafo de la campaña: mierda, este denuncia fijo.
El tal carlos Baute parece más irreal que los amigos de Tucson. Además lo de decadencia moral y estética es una definición que no dice nada...Habla del final del imperio griego, del postalejandrismo? Habla del final del imperio romano? De cuál de los dos? Habla del final del siglo XIX con su ilusión del progreso ilimitado que se estrella con la primera y segunda guerra mundial?
Siempre hubo decadentismo en la historia...
Sobre el otro tema, el de opinar acerca de la actitud de Lobo con el mensaje escrito, coincido con Elena. Es una actitud encantadora para iniciar una comunicación.
eximia lectora y consejera
No le hagais caso. Yo le conozco muy bien y tras esa piel de cordero y esas tímidas y adorables notitas se esconde un lobo... un Lobo de Bar!!!!
Convengamos que nadie duda demasiado de que atrás de todo está un Lobo.
Pero llama la atención que el sector masculino no se ha pronunciado sobre un aspecto del relato, donde el protagonista pedía impresiones.
Ze Tubarao, gracias por venderme tan bien :p
Anónima (Rouse supongo), gracias por el apoyo moral a la innovación en métodos de acercamiento a féminas sugestivas. Es cierto que el sector masculino, salvo Ze Tubarao, no se ha mojado mucho sobre el tema...
Por otra parte, tengo que decir que no escribo bajo el pseudónimo de Carlos Baute, ni yo, ni ninguno de los colaboradores de la conjura. Creo saber de quién se trata, pero insisto, no soy yo.
Estamos realmente indignados por las dudas acerca de nuestra existencia.
Los amigos de Tucson, Arizona (ahora en Austin, Texas).
Tubarao, hay más versiones del cuento de caperucita y distintos finales al respecto de quien se come a quien...
Por fin he conocido "El Bar". Maravilloso templo en el que, al entrar, te atiende un maravilloso ser (probablemente goliardo) con pelo largo cano y barba nívea también. Éste te sirve mientras sigue hablando con un cliente de pelo largo rubio y con acento extranjero.
Probablemente uno de esos personajes de mucho viaje y que ha vivido más que muchos de nuestros goliardos vivirán jamás.
Después llegaron Lobo de Bar, Zé Tubârao y una amiga. A nosotros se unió Elena más tarde (a la cual por fin conocí, y con mucho gusto).
Con tantos goliardos ya reunidos, siguió la conjura, planeando futuros atentados contra la sociedad establecida.
Por lo demás, se despide:
Coco de "El Bar"
He de reconocer, muy a mi pesar, que ultimamente no dispongo del tiempo necesario para leer tus "extensas" entradas. Pero la nota ésa es audaz y descarada.
Saludos.
Elena, ¿piensas en algún final alternativo en concreto? a mí se me ocurre al menos uno interesante...
Coco, lástima que ayer fallaras como goliardo y te tuvieras que ir pronto, porque luego se lio parda... Algo normal por otra parte, si consideramos que era martes y que hoy tocaba trabajar (y madrugar)...
Edhigy, no es necesario que te excuses, con que te pases de vez en cuando a conjurar nos basta. Quizá algún día me proponga ser más breve en los posts, pero no encuentro el momento :p
Lobo, a mi también...
Edhigy (podios todavia tengo que mirar como coño se escribe) a meter mas cañica por favor...y deja el biotronic yaaaa, mira que cara se te está quedando ;p.
Me uno a Coco en mis impresiones sobre El Bar (y al gusto conocerte!)
Me quedé con las ganas de acudir ayer a la conjura y de paso hacer un cambio de ambiente (estoy muy mal acostumbrado a la opulencia y a la silicona) pero Marta Sánchez tuvo un ataque de celos en cuanto supo que planeaba cervecear con vosotros.
Una lástima, porque llevaba unos cuantos discos dedicados para vosotros. Uno especialmente para el Dr. Strangelove y otro para Elena, porque el librillo era en realidad un book preparado por mi fotógrafo no oficial.
En fin, espero que haya una próxima vez. Saludos a todos
Carlos Baute que te pires, cojones!!! No es lo único que lleven tres meses poniendo tu repetitiva, ñoña y machacona canción, sino que los tontosdelhaba del Corte Inglés te ponen como imagen de las putas rebajas y nos quitan a la bella ninfa primaveral y para colmo tratas de introducirte entre nosotros como si nada... venga, alegría!! Pues perdona que te diga que voy a ir a por ti: no sabras si será al salir de tu portal y recibas un palazo en tus blancos dientes de tu puta boca de chancla o apostado en una azotea rifle en mano para cuando salgas al escenario... Vigila chato.
Elena a mi hubo una versión de "Caperucita Roja X" que me gustó mucho, mucho, muuuucho. No añade demasiado, así que los cinéfilos no trateis de escudriñarla, pero hacía disfrutar un buen ratito.
El Bar, nuevo garito de referencia.
Se me olvidó Elena, en la peli que menciono anteriormente había unas comidas exquisitas, de ellas a ellos, de ellos a ellas, de ellas a ellas... Muy fino. A ti como te gusta... ¿Quien se come a quien?
y de ellos a ellos?
Eso no mola, pero nada!!!
por? ellos a ellas, ellas a ellos, ellas a ellas y ellos a ellos, lógica pura.
Estos de letras, como sois.....
Carlos Baute, seguro que hay próxima vez, pero tendrás que venir en tu forma terrenal para no ser linchado por los goliardos más extremistas. Contigo ha llegado la polémica al blog, Vinicius Mond tendrá que esforzarse para superar tu transgresión.
El "Bar" es sin duda un lugar único y muy apropiado para conjuras goliardescas, lástima que tenga un horario tan errático y no puedas, por ejemplo, ir a echarte una copa a las 10 de la mañana.
Elena y Ze Tubarao, no os sobrepaséis en los comentarios no sea que llegue el Señor Censura :p El Dr. Strangelove, sorprendentemente, afirma que no ha visto (ni protagonizado) Caperucita X.
censura?
...baaah! no te lo crees ni tu.
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