Profesor Marmordo: hablaremos hoy de la inmortal novela de Nikolai Gogol, uno de los fundadores de la gran literatura rusa. La obra iba a ser una trilogía, pero sólo se llegó a publicar íntegramente la primera parte, la segunda fue arrojada a las llamas por el autor tras atravesar una crisis religiosa, si bien, se han podido rescatar unos cuantos capítulos.
“Almas muertas”, novela clave para comprender la literatura moderna, nos presenta a un extraño personaje llamado Chichikov, del que muy poco sabemos al principio para que se nos vayan revelando después su personalidad (sobre todo a través de sus actuaciones) y su pasado (mediante una narración más convencional). Este personaje, aparentemente afable, recorre la Rusia rural junto a dos siervos con el sorprendente objetivo de comprar mujiks que se hayan muerto tras el último censo, es decir, almas muertas. En un peregrinar que ha sido comparado con los del Quijote, la Odisea o incluso la Divina Comedia, se describen numerosos personajes característicos de la Rusia de la época que, en cierta manera son estereotipos, pero abordados con gran profundidad, introduciendo reveladores matices y haciendo gala de gran sentido del humor.
Entre las mayores novedades que aporta el libro encontramos la elección de un personaje que, como el propio Gogol sostiene, no va a ser del agrado del lector. Y, es que, no se trata de un héroe al uso. Al desconocimiento inicial y la empatía que le concedemos por su carácter protagónico le sucede cierta perplejidad, pues según pasamos las páginas conocemos más profundamente sus discutibles carácter y moralidad, con la novedad de que no averiguamos realmente el pasado del personaje hasta el final de la primera parte.
La obra es una sátira que critica tanto a los personajes que caricaturiza como a la burocratizada y casi feudal sociedad en la que viven. En la primera parte, el personaje principal parece más Rusia, con sus distintos personajes y ambientes que con tanta maestría describe Gogol, que el propio Chichikov, mientras que, en lo que se conserva de la segunda, Chichikov crece como personaje al tiempo que se recrudecen su arribismo y su envilecimiento, sin que se abandone la sátira social, que resulta incluso más aguda y mordaz que en la primera. Al parecer, la incompleta trilogía trataba un proceso de crimen, castigo y redención, pero sólo han llegado hasta nosotros el crimen y parte del castigo. A pesar de ello, se trata de una de las cumbres de la literatura universal.
Hace 3 años