Hace unos meses, los goliardos vimos con buenos ojos e ilusión la convocatoria de un concurso en la editorial LCLibros llamado Premio Desfase, ya que no hay nada que se nos dé mejor que entregarnos a los excesos, también literarios. El premio buscaba originalidad y transgresión, requería mentar en algún punto los gayumbos de Pablo Iglesias y se entregaba el mismo día que el premio Planeta, para destacar su carácter gamberro y outsider.
Sin dudarlo, nos pusimos al tajo y escribimos una delirante nouvelle entre trago y trago de tal forma que, de conseguirlos, los 500€ del premio ni siquiera alcanzarían a compensar el coste etílico de su redacción.
Hoy ya sabemos que nuestra historia no resultó ganadora y ni siquiera quedó entre las siete finalistas, todas ellas publicadas en la editorial al módico precio de 8€ (o a 3€ cada una si se compran por separado). Para que la derrota fuera perfecta, a los goliardos nos hubiera gustado que únicamente se presentaran ocho obras al concurso: las siete finalistas y la nuestra, pero al parecer hubo alguna más.
En cualquier caso, por si alguien tenía alguna duda, queda claro que los goliardos estamos en la marginalidad más absoluta, más allá incluso de una editorial y un premio en las antípodas de lo comercial. Y también, como no, que somos unos magníficos perdedores.
Para celebrar nuestra derrota daremos vidilla a este blog últimamente agonizante con la publicación del relato en fascículos.
El título es:
Sin dudarlo, nos pusimos al tajo y escribimos una delirante nouvelle entre trago y trago de tal forma que, de conseguirlos, los 500€ del premio ni siquiera alcanzarían a compensar el coste etílico de su redacción.
Hoy ya sabemos que nuestra historia no resultó ganadora y ni siquiera quedó entre las siete finalistas, todas ellas publicadas en la editorial al módico precio de 8€ (o a 3€ cada una si se compran por separado). Para que la derrota fuera perfecta, a los goliardos nos hubiera gustado que únicamente se presentaran ocho obras al concurso: las siete finalistas y la nuestra, pero al parecer hubo alguna más.
En cualquier caso, por si alguien tenía alguna duda, queda claro que los goliardos estamos en la marginalidad más absoluta, más allá incluso de una editorial y un premio en las antípodas de lo comercial. Y también, como no, que somos unos magníficos perdedores.
Para celebrar nuestra derrota daremos vidilla a este blog últimamente agonizante con la publicación del relato en fascículos.
El título es:
Lobo de Bar y su epopeya infame.
3 comentarios:
El premio másqueperro lo tenéis de sobras ... no os vale?????
:-)
Por supuesto que nos vale Salamandra, aunque 500€ pagaban unas cuantas botellas :p
Una pena, he oído que los jueces no llegaron ni al 1 en el control de alcoholemia previo a las lecturas. Probablemente no estaban preparados.
Sr. Chinaski
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